Vivimos en una sociedad en constante cambio, y los jóvenes de la generación actual se enfrentan a entornos sociales, morales y éticos muy diferentes a los que experimentaron las generaciones anteriores. El mundo está lleno de pecado y es imperativo que los jóvenes estén equipados con el conocimiento y la sabiduría de la Palabra eterna de Dios.
El ministerio juvenil es más que reunir a una multitud para tener compañerismo social. El discipulado es el corazón del ministerio juvenil. Nuestro objetivo es evangelizar a los jóvenes e inspirarlos para que se conviertan en adultos cristianos exitosos. ¿Qué es un cristiano exitoso? Es una persona que tiene un corazón que anhela a Cristo, un deseo de ser como Él y una pasión por difundir las Buenas Nuevas al resto de su comunidad y a sus compañeros.